Tenemos que adaptar todas las estancias de la casa a la edad de nuestros hijos, por ejemplo, un bebé de tres meses tendrá más probabilidades de tragarse objetos de pequeño tamaño y uno de tres años, tendrá grandes probabilidades de sufrir una caída.
Cuando un nuevo miembro se suma a la familia, hay que extremar las precauciones, para evitar en la medida de lo posible, que surja cualquier contratiempo, la prevención es la clave para evitarlo.
Las estadísticas, revelan que los niños menores de 4 años, son los que más riesgo tienen de sufrir un accidente doméstico y las intoxicaciones accidentales fruto de la ingesta de medicamentos, productos de limpieza, cosmética o similares, son las más frecuentes.
Para evitar peligros como este hay que tener en cuenta las siguientes premisas:
1. Nunca dejar solos a nuestros hijos, aunque parezca obvio, es importante que siempre estén acompañados de un adulto, en caso de tener que ausentarnos, este tiempo, ha de ser el menor posible. En la hora del baño, tendremos que llegar la bañera con la cantidad de agua adecuada y a la temperatura idónea.
2. Usar topes para evitar que las puertas se cierren y se puedan pillar las manos y en el caso de las ventanas, deberemos usar cierres de seguridad, evitando colocar cualquier tipo de mueble cerca, para que no se puedan subir y así evitar una posible caída.
3. Guardar en un lugar fuera del alcance los niños, todos los medicamentos, productos de limpieza, cosméticos, etc; y ponerlos «bajo llave» o usar protectores que impidan abrir las puertas y acceder al interior.

4. Hay que limitar el acceso de los pequeños a las zonas más peligrosas de la casa, como las escaleras, piscinas, sótanos, etc.
5. Los enchufes son otro de los elementos de mayor peligro, debemos usar enchufes de seguridad o en su defecto, podremos encontrar tapas de seguridad para evitar que metan las manos y puedan sufrir descargas eléctricas.
6. hay que tener especial cuidado en las cocinas, no se puede cocinar con los niños en brazos y no dejar que se acerquen a los fogones, evitar que estén cerca de la cocina, mientras cocinamos porque pueden quemarse de forma accidental, o bien porque les caiga agua caliente, aceite, o incluso, metan las manos en los fogones.

7. Comprar juguetes adecuados a la edad del menor, en los primeros meses de vida, los juguetes no han de ser muy pequeños para que no se los puedan meter en la boca, no pueden tener piezas que se suelten, ni tengan ángulos rectos, y por supuesto, que no estén hechos con algún elemento tóxico.
8. En los baños, tenemos que tener especial atención con los resbalones, es conveniente tener los suelos despejados y secos, para evitar que resbalen y se caigan. En las habitaciones, también deberemos tener una superficie acolchada. Se deben usar cunas con barrotes los suficientemente altos para impedir que el bebé pueda subirse y cuando se pase a una cama, es mejor usar barreras protectoras, para evitar que se caiga, mientras duermen.
Es algo obvio, pero siempre hay que contar con un seguro de hogar, que cubra la responsabilidad civil familiar, cubrirá a todos los miembros de la familia y a los que nos visiten, ya sean niños y adultos.
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